sábado, 10 de septiembre de 2011
MISTICA
La MISTICA es esa fuerza interior que supera todos los obstáculos que aparezcan; que nos impulsa hacia delante con mayor fuerza, para lograr los objetivos de nuestra causa; que nos mantiene inconformes porque día a día aspiramos a algo mejor; que nos permite ser severos para juzgar las deficiencias y enmendarlas; que nos afianza minuto a minuto la convicción de que estamos en lo cierto y que hacia lo cierto debemos conducir a quienes dudan o desconocen la excelencia de la verdad; que nos infunde la conciencia del deber; que nos conduce plenos de satisfacción al lado de quienes requieren de nuestros servicios; que nos compensa por sí misma todos nuestros sacrificios y nos ilumina todos los senderos; esa voz interior que nos llama a donde se nos necesita; que marca siempre el lindero entre el bien y el mal; que nos hace sinceros de toda sinceridad y honestos de toda honestidad; que nos alerta ante el peligro y nos mantiene vivos en la mente y en el corazón los principios fundamentales de ética personal y humana; que nos permite devolvernos de mitad de camino y que nos señala el derrotero de la equidad y del equilibrio social.
Pero esta mística no surge por sí misma. Hay que producirla con acertada combinación de raciocinio y emoción y principalmente hay que mantenerla y avivarla en toda ocasión si se quiere que produzca los frutos de actividad para progresar y enaltecerse.
La mística es una corriente filosófica o teológica, que trata los fenómenos que no pueden explicarse racionalmente. Es un estado de conciencia elevado, religioso que permite percibir la realidad cercana a Dios. Está en todas las religiones, aunque con diferencias.
• En el cristianismo se conoce como éxtasis místico.
• Los sufíes, rama del Islam que persigue la mística.
• Se cree que es lo previo a la iluminación.
Estas corrientes de pensamiento se apoyan en la capacidad del cerebro de organizar sus mecanismos para lograr la supervivencia, lo cual se alcanza mediante estados alterados de conciencia. Es decir que la espiritualidad nos permite acceder a estados a los que no llegaríamos de otra forma.
La mística es lo más elevado de la espiritualidad. También trata sobre los fenómenos que no se pueden explicar racional o científicamente con los instrumentos actuales, pero que gracias a la física cuántica ya podemos comenzar a comprender.
Todas las religiones del mundo tienen sus místicos representados en sus santos, contactos con la Divinidad, fenómenos y milagros que parecen leyenda, pero para los místicos es una realidad.
Los místicos se encuentran por encima de los dogmas religiosos, aunque sus religiones tratan de que sean identificados como pertenecientes a estas a fin de que se piense que gracias a sus métodos se han convertido en místicos.
Sin embargo, el místico está por encima de toda religión y está en contacto directo con la Divinidad. El místico, es aquel que se encuentra encima de toda creencia y ve que la especie humana es mucho más que una simple especie que solo satisface sus necesidades materiales. Busca la trascendencia y que su paso por esta existencia tenga un sentido. Es más bien opuesto a su etimología.
Mística proviene del verbo griego myein que significa encerrar, mystikós es cerrado, misterioso. Un místico es realmente una persona abierta, que busca la expansión, que no se encierra en conceptos únicos. Va mucho más allá del significado de la palabra.
El misticismo se da en toda religión o creencia, ya sea monoteísta, politeísta, budistas, creencias personales, ritos, enseñanzas colectivas.
Las religiones se inventaron para dar un sentido a la existencia, haciendo cada cultura o época sus propios conceptos. A través de estos conceptos el contacto con la Divinidad se hizo posible en forma masiva. Sin embargo, la Divinidad no tiene realmente ninguna forma y tampoco es patrimonio de ninguna religión, sino que está presente en TODO. Esta presencia el místico la comprende y se dirige a ella directamente.
Para conseguirlo, tiene que abandonar todo lo que le impide el contacto, principalmente la mente inferior
El concepto de Dios ha cambiado en cada cultura, pueblo, época. Pero los místicos nunca han tenido concepto alguno, sino que acuden a El simplemente. Siendo una fuerza o energía superior, que no sólo provoca actuaciones misteriosas producto de esta gran fuerza, sino que eleva la sabiduría, santidad, universalidad, en suma, una evolución superior. Un místico es aquel que tiene una evolución superior.
Los primeros seres humanos creyeron en los fenómenos naturales como sus dioses, hasta que el concepto evolucionó en un Dios más lógico como el Dios Sol. Los romanos y griegos, así como los egipcios, incas, mayas creyeron en el Dios Sol. Esto ha sido hasta hace muy poco. Todos estos pueblos tuvieron su inteligencia y sabiduría y no debemos pensar que estaban equivocados. Era así como lo percibían.
El concepto de Dios monoteísta tuvo su inicio en el Dios Sol. Las diversas religiones en el panteísmo, en donde Dios, el universo y la naturaleza son equivalentes. De esta filosofía nacen muchas religiones.
Un místico cree en el Dios Sol, en el Dios monoteísta, y todo lo derivado del panteísmo. El místico no tiene un único concepto o creencia de Dios, simplemente Es. Cuando a un místico se le pregunta que es Dios, responderá Es. Pero que Es, volverá a decir Es.
Un místico va directamente a Dios, se funde con El; como cuando una gota cae en el océano para convertirse en océano.
Un místico no filosofa sobre Dios, sino que va a su encuentro. Este encuentro se hace muy dentro de si mismo, se desarrolla en su interior y, cuando se encuentra suficientemente desarrollado, se expande hacia el universo, hacia el Todo o Absoluto.
De allí que los hindúes, taoístas, budistas, tengan métodos del desarrollo de los chakras o centros de energía del cuerpo, que están dentro de los cuerpos sutiles que todos poseemos dormidos.
Un místico es aquel que despierta la vida real o fuerza divina dentro de si.
Al comienzo, se utilizan diversos sistemas, métodos, escuelas. El comienzo debe ser con la ayuda de ello, todos los grandes místicos han tenido un Maestro o ejemplo a seguir. Una vez emprendido el Camino, el místico se va desarrollando hasta lograr su objetivo. El principal camino es la meditación, de la que existen miles de escuelas a través de la historia. Se requieren condiciones especiales para la formación de un místico tanto en disciplina como en libertad.
El misticismo ahora cobra mayor importancia dentro del concepto del laicismo. Las religiones han dogmatizado a muchos países e inclusive han llegado a retrasar su avance. El término laicismo proviene del griego laikós, alguien del pueblo. En donde existe absoluta separación del estado con las religiones, sin ninguna actividad tutelar para ninguna en específico.
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Sin embargo, un místico, a la vez es una persona común y corriente. Tiene sus necesidades, pasiones, temores, que poco a poco van perdiendo importancia hasta quedar en mínimo. Mientras tenga un cuerpo material, tendrá las implicancias físicas que ello trae. Pero, la visión, el concepto, su desarrollo interior, son totalmente diferentes al común de la gente. Es un ser evolucionado, con visión de otra naturaleza. Es un ser que opera con fuerzas superiores, que percibe otros estados de conciencia, que sabe el lenguaje del cosmos y de las energías del universo. Es un ser que siente en todo a la Divinidad y que finalmente se convierte en ella.
Todos, tenemos la semilla de lo místico. Es un mundo muy rico en sensaciones. Es un mundo dentro de muchos mundos. Es poder ver lo que pocos ven en las diversas dimensiones de la existencia. Es vivir la vida en plenitud.
Publicado por Violeta Paredes C. Matrona en sábado, septiembre 10, 2011
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